En estos tiempos donde se vive a mayor ritmo ya no es suficiente lanzar frases esperanzadoras como "La justicia tarda, pero llega" , por ello, es un objetivo elemental de la administración de justicia eliminar esta percepción de la sociedad hacia la justicia boliviana. En ese sentido, el principio de Celeridad viene a resolver este problema, analizaremos como este principio actúa o al menos debería actuar en el ámbito civil acompañado de otros institutos jurídicos como la notificación en secretaría (Art. 84), el impulso procesal de la autoridad judicial (Art. 2), el carácter oral de proceso y la perentoriedad e improrrogabilidad de los plazos. Básicamente, lo que se pretende es evitar la inercia de las autoridades judiciales y abogados así como tambien evitar suspensiones de audiencias sin justificativo legal para lograr un proceso de duración razonable, que dicho sea de paso, forma parte del debido proceso. En palabras de Enrique Palacio "el Principio de celeridad