No es sólo Roboré, ni la Chiquitania, el Amazonas también sufre por las quemas y chaqueos. El presidente Bolsonaro sugirió que las ONGs son las causantes del grave problema en respuesta al recorte presupuestario que otorgaba el gobierno a dichas Organizaciones No Gubernamentales.
Más allá de todo eso, analicemos el lado boliviano. El 9 de Julio del presente año en curso, el Gobierno de Evo Morales promulgó el Decreto Supremo 3973 que da luz verde a la quema y chaqueos "controlados" por parte de Colonos a los cuales se les otorgó tierras a través de dotaciones del INRA para expandir la propiedad agrícola, cultivar la soya y llevar a cabo su reciente política del Etanol.
Bajo esta política populista de otorgar tierras a personas del interior, se coloniza el territorio cruceño y beniano a merced de quienes practican dicha forma de desmonte, que a posteriori resulta una forma de degradación del territorio, daño al ecosistema y la biodiversidad endémica que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo, como en la reserva natural del valle de Tucavaca, donde el fuego ya alcanzó.
Es decir, el presidente Evo, atendiendo a las demandas de su electorado mayoritario (pobladores del sector rural occidental) antepone su supuesto derecho de quema al derecho del ecosistema y cuidado del medio ambiente que representa un interés colectivo de la sociedad boliviana y del mundo entero.
Comentarios
Publicar un comentario